El futuro incierto de Dogecoin en medio de la agitación criptográfica

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Despite a new era for markets with last week’s ETF approval, the current downturn challenges hopes for 2024, especially if Bitcoin remains below $20,000. Emotional trading heavily influences investors’ reactions to positive or negative developments in the cryptocurrency space.

A pesar de una nueva era para los mercados con la aprobación del ETF la semana pasada, la actual recesión desafía las esperanzas para 2024, especialmente si Bitcoin se mantiene por debajo de los 20.000 dólares. El comercio emocional influye en gran medida en las reacciones de los inversores ante acontecimientos positivos o negativos en el espacio de las criptomonedas.

Dogecoin, the “king of meme coins,” has not lived up to expectations despite its market cap. It’s been nearly two years since developers announced work on a smart contract solution, and the Dogecoin Foundation’s reactivation has failed to make a significant impact, with Elon Musk’s interest in the cryptocurrency waning.

Dogecoin, el “rey de las monedas meme”, no ha estado a la altura de las expectativas a pesar de su capitalización de mercado. Han pasado casi dos años desde que los desarrolladores anunciaron el trabajo en una solución de contrato inteligente, y la reactivación de la Fundación Dogecoin no ha logrado tener un impacto significativo, ya que el interés de Elon Musk en la criptomoneda está disminuyendo.

DOGE’s viability is threatened by its speculative nature and lack of utility. Its continued relevance depends on influencers engaging with it. Without such engagement, the social dominance and headlines of 2021 may not return, potentially leading to a lower trading volume and price target.

La viabilidad de DOGE se ve amenazada por su naturaleza especulativa y su falta de utilidad. Su continua relevancia depende de que las personas influyentes interactúen con él. Sin ese compromiso, es posible que el dominio social y los titulares de 2021 no regresen, lo que podría conducir a un volumen de operaciones y un precio objetivo más bajos.

Long-term perspectives on Dogecoin are grim, as evidenced by the declining trend in miner reserves despite the general market uptick. Significant DOGE holders are selling off their reserves, with a nearly 8% reduction in just 90 days, indicating a loss of confidence and potential.

Las perspectivas a largo plazo para Dogecoin son sombrías, como lo demuestra la tendencia a la baja de las reservas mineras a pesar del repunte general del mercado. Importantes poseedores de DOGE están vendiendo sus reservas, con una reducción de casi el 8% en sólo 90 días, lo que indica una pérdida de confianza y potencial.

Key metrics like social and search volumes show waning interest in DOGE, further weakened by the rise of newer meme coins like PEPE and BONK. Investors aware of the long-term risks may have to wait for Dogecoin’s resurgence, which does not seem imminent despite the possibility of short visits by liquidity to assets like Shib and Doge during extended market rallies.

Métricas clave como los volúmenes de búsqueda y redes sociales muestran un interés menguante en DOGE, debilitado aún más por el aumento de monedas meme más nuevas como PEPE y BONK. Los inversores conscientes de los riesgos a largo plazo tal vez tengan que esperar el resurgimiento de Dogecoin, que no parece inminente a pesar de la posibilidad de visitas breves de liquidez a activos como Shib y Doge durante los repuntes prolongados del mercado.